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Bueno, como especialista en educación, estoy a cargo de un grupo educativo para niños durante la programación. Así que me dedico a eso durante al menos una hora al día, por lo que pueden mantenerse al día con sus labores escolares. Esto depende en gran parte de los padres. Y también de ellos depende que la escuela sepa que su hijo se encuentra en un programa, que estará aquí y que podrían asignar tareas tanto para el hogar como el hospital o modificar el plan escolar para que no se atrasen durante su estadía aquí, ya que reciben una atención de alto nivel. Y queremos asegurarnos de que aún tendrán acceso al aprendizaje mientras se encuentran en su tratamiento. Sí, nos gusta garantizar a los padres que ayudamos a su hijo en lo que respecta a la escuela. Aunque venir al tratamiento sea un compromiso de tiempo, la escuela sigue siendo una prioridad, ya que aún pueden seguir recibiendo su educación. Realizo una evaluación educativa justo cuando ingresan en el tratamiento, por lo que sé cómo su salud mental afecta a su rendimiento escolar. Y para cuando se van, podrán ver una gran mejora. Tendrán habilidades que podrán aplicar. Me comunico con las escuelas para comunicarles las habilidades que han aprendido aquí para que puedan usarlas en clases. Los profesores también pueden ayudarlos cuando vuelvan, porque creo que lo que más preocupa a los padres es que una vez que mis hijos hayan terminado el tratamiento es "¿cómo van a seguir teniendo éxito cuando vuelvan? ¿Cómo se evita la recaída? Y es eso lo que más me gusta de mi trabajo, ya que puedo hablar con las escuelas sobre sus habilidades. Y si le dice que conviva con su ansiedad o use sus habilidades de TDC, sabrán qué hacer. Solo necesitan que le den la oportunidad.
Según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), uno de cada seis jóvenes viven con un trastorno de salud mental y el 50% de todos los trastornos de salud mental se desarrollan antes de los 14 años. Estos números reflejan lo fundamental es que los niños y los adolescentes reciban la ayuda que necesitan. Cuando los pacientes jóvenes reciben atención de salud mental o de adicción en Rogers, una parte clave de su atención se centra en el aprendizaje de estrategias invaluables para ayudarlos a continuar con la escuela durante y después del tratamiento.
Para los niños y los adolescentes, el estrés de equilibrar sus calificaciones y tratar sus problemas de salud mental puede ser difícil. Además, a los padres les puede preocupar que buscar atención de salud mental durante el año académico pueda interferir en la capacidad de su hijo para seguir el ritmo de sus compañeros de clase.
"Nos gustaría asegurar a los padres que sus hijos seguirán atendiendo sus obligaciones escolares", explica Bridget, especialista en educación de la clínica del Este de la Bahía de San Francisco de Rogers. "Aunque sea un compromiso de tiempo para venir al tratamiento, la escuela sigue siendo una prioridad".
Los especialistas en educación como Bridget desempeñan un papel importante en ayudar a los pacientes jóvenes a continuar con su trabajo y obtener habilidades para lograr el éxito académico.
"Realizo una evaluación educativa justo cuando ingresan en el tratamiento, por lo que sé cómo su salud mental afecta a su rendimiento escolar", explica Bridget. "También dirijo el grupo educativo para niños durante la programación los cuales tienen una duración de una hora al día, de esta manera pueden seguir al día con sus tareas".
Mientras reciben atención hospitalaria en Rogers, los niños y adolescentes aprenden a tener mayor control de las emociones que puedan interferir con su rendimiento académico y su conducta en el aula, además de desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Rogers también se asocia con las escuelas para garantizar que eso se cumpla mientras los estudiantes se encuentran recibiendo tratamiento intensivo para su salud mental o adicción y así continuar con su educación. Esto puede incluir un plan de estudio adaptado o impartición de clases en el hogar o en el hospital para garantizar que el niño no se quede atrás.
Rogers no solo ayuda a los pacientes jóvenes a continuar con sus estudios durante el tratamiento, también aprenden tácticas útiles que pueden aplicar en su regreso a las aulas. Bridget afirma que la perspectiva de volver puede ser angustiosa tanto para el estudiante como sus padres, pero gracias a lo que aprenden en Rogers, esto puede ser una experiencia positiva.
"Le comunico a la escuela lo que ellos han aprendido aquí y que lo pueden usar en la clase, así los profesores también pueden ayudarlos cuando vuelvan", afirma Bridget. "Eso es lo que más me encanta de mi trabajo, que puedo comunicarle a las escuelas sus habilidades y si les dice que se sienten un momento si sienten ansiedad o que usen sus habilidades de TDC, ellos sabrán qué hacer. Solo necesitan que le den la oportunidad".
Si su hijo tiene problemas de salud mental o de adicción, puede encontrar ayuda. Para programar una evaluación confidencial gratuita:
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