Cómo superar los trastornos de humor: la historia de Meg

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Mi nombre es Meg. Vivo con mi pareja, Sydney, y nuestro perro, Penny. Cerca de tercer grado, me diagnosticaron mutismo selectivo, que es un tipo de trastorno de ansiedad. A los 12 tuve problemas de autolesión, los cuales continuaron hasta la secundaria. Comencé a tener problemas de trastorno alimenticio. Fui a la universidad y me hundí. Luché demasiado contra mi trastorno alimenticio, mis autolesiones. Ingresé a un hospital local. En aquel entonces, estaba en mi cuarta o quinta hospitalización psiquiátrica. La primera fue cuando estaba en octavo grado. No pasó mucho tiempo después de eso cuando la terapeuta que me atendía me dijo algo así como "la unidad psiquiátrica de este hospital local no te está siendo de ayuda". Y me sugirió ir a Rogers. Ingresé en el programa Focus de trastornos del humor para adultos, permanecí allí durante poco más de tres meses. Había un montón de cosas que hacían que Rogers fuera diferente, pero lo que realmente me llamaba la atención era el personal. Sentí que el personal se preocupaba de mi como una persona única con problemas y desafíos únicos, así como también con fortalezas únicas. Recuerdo que mi especialista en conducta me llevó de paseo por las dependencias. Quiero decir, Rogers tiene un hermoso jardín, y ella me llevó al jardín y simplemente caminábamos y hablábamos. Y pude realmente procesar las cosas de una manera que no había podido hacer antes porque ella realmente se tomó el tiempo para entender qué era lo que yo necesitaba y cómo podía hacer una experiencia positiva para mí.

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Un tipo de atención que superó mis expectativas y que nunca había recibido antes por parte de profesionales de la salud mental. Mi terapeuta grupal dijo, "bien, tienes que crear un panel sobre tu visión de la vida". Y yo quedé como, "no tengo una visión de la vida". Sin embargo, gracias al apoyo del personal y al ver a los otros residentes, me di cuenta de que podía tener objetivos. Tenía una frase para cada uno, y decía que ella creía que podía lograrlo, así que lo hizo. Y eso representó lo mucho que quería graduarme de la universidad, porque sentí que era un sueño imposible en ese momento. Estoy orgullosa de decir que el pasado mes de diciembre me gradué con honores de la universidad de mi ciudad. Recordando este panel de visión de la vida, veo a mi versión más joven que escribió eso y pienso, "probablemente no logre hacer eso", pero sabiendo ahora que sí lo logré. Necesité muchas de las habilidades que aprendí en Rogers. Con el tiempo, me gustaría ir a la escuela de posgrado y obtener un título de asesoramiento escolar. Tengo las habilidades, tengo las herramientas, tengo la certeza de que un contratiempo no me va a hacer retroceder de la misma manera que antes. Realmente creo que Rogers es un lugar increíble. Quiero decir, espero que esta historia pueda ayudar a otras familias.