Superando la adicción | La historia de Adrienne

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Mi nombre es Adrienne y soy una alcohólica recuperada y muy agradecida. Me crié en Buffalo Grove, Illinois. Es un barrio periférico al noroeste de Chicago. Bebí mi primera bebida alcohólica cuando tenía 14 años, pero comencé a beber de verdad al ingresar en la universidad, ahí también probé algunas drogas. Fumaba marihuana todos los días. Consumí cocaína, hachís, hongos, éxtasis, ácido y me encantó todo. Y fue simplemente un estilo de vida muy, muy horrible. Seguí bebiendo y las cosas empezaron a salirse de control. Realmente no sé cómo sucedió. Me decía a mí misma: "está bien, no creo que sea alcohólica". No bebo de una bolsa de papel café. Tengo trabajo". Pero recuerdo que aprendí que lo único que había que hacer era poner la palabra "aún" al final de la oración. La única forma en la que podía sentirme bien era con una copa de vino a las 6 de la mañana. Y pensé en conducir hasta el parque Elm Grove y acostarme en las vías, pero entonces me di cuenta que mis hijos no podrían volver a venir a este parque. Llegué al punto que no podía seguir así, trataba de mantenerme sobria, pero siempre recaía. Un año después, me registré en Rogers, en West Allis. Pase una noche, vi al doctor y dije: "creo que puedo encargarme de esto. No necesito estar aquí". Y a medida que cerraba la puerta de su oficina, me dijo: "volverás". Y pensé: "ah, ¿qué va a saber él?" Seguí bebiendo durante dos años más. Y decidí que ya debía parar. Había escuchado sobre Herrington. Me registré en Herrington. Le debo mi vida a Rogers y a Herrington. Intento devolver todo lo que puedo. Soy patrocinadora temporal para las mujeres del hogar.

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La última vez que bebí fue el 7 de marzo de 2014. El aniversario de mi sobriedad es el 8 de marzo de 2014, que casualmente es el cumpleaños de mi padre, a quien perdí por un cáncer cerebral. Estoy segura que él está muy orgulloso de mí, soy una mejor madre, hija, amiga y persona en general. Si pudiera ayudar a una sola persona, eso me haría muy feliz. Solo quiero que sepan que no están solos porque la adicción es una enfermedad muy, muy, muy solitaria y egoísta, pero luego tienes que dar la vuelta y ser egoísta con tu sobriedad. Puse mi sobriedad en primer lugar, sin importar nada, incluso antes que mis hijos, antes que cualquier cosa, y así es cómo me he mantenido sobria. Cuando bebía, tenía rabia con Dios. Cuando estuve en Herrington, un amigo me dio este libro y lo leo todos los días. Cuando estás en Herrington, también te solicitan que dirijas una reunión, así que guardo conmigo la lectura que hice para esa reunión. Cada vez que hablo, comparto mi lectura con el grupo. Mi taza de Herrington que contiene todas mis monedas. Mi moneda habitual la llevo en el auto conmigo. Así que llevo esta moneda que conmemora seis años en mi auto, y también traigo esta piedra con forma de corazón con la palabra "bendición" y esta piedra con forma de ángel que simboliza la compañía de mi padre. Estoy muy contenta de finalmente tener una voz, porque realmente sentía que no tenía voz cuando bebía, y ahora la tengo y estoy orgullosa de eso.