Cómo convivir con un ser querido que lucha contra una enfermedad mental

Comparta este artículo:

Cada año, 1 de cada 5 adultos experimenta una crisis de salud mental, y 1 de cada 6 niños lucha contra alguna enfermedad mental

Un informe reciente realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades deja en evidencia los estragos que la pandemia del COVID-19 ha ocasionado en la salud mental de todas las comunidades del país. Y cuando una persona lucha contra problemas mentales, no son los únicos afectados. Los padres, los hermanos y otros seres queridos también tienen que recorrer el camino emocional y muchas veces difícil hacia la recuperación.

Cómo se ven afectados los seres queridos

“Una crisis de salud mental afectará a los familiares de forma diferente, dependiendo de la gravedad del trastorno y de que tan fuerte sea la unión de la familia“, afirma Sim Yin Tan, PhD, psicóloga y supervisora clínica de Rogers Behavioral Health en Tampa.

La Dra. Tan explica, "normalmente vemos padres que dicen sentirse estresados, confundidos, culpables y, algunas veces, avergonzados por el estigma que sigue habiendo contra los trastornos de salud mental. Ese estrés emocional normalmente también genera estrés físico. Se da tanta atención a la persona que está en tratamiento que los seres queridos pueden olvidarse de su propio cuidado. A veces las familias recorren grandes distancias para llevar a su ser querido a tratamiento y eso puede ser muy difícil. Los hermanos pueden sentirse descuidados o resentidos, lo que podría aumentar los problemas de comportamiento y los conflictos familiares. Las relaciones sociales fuera de la familia también pueden ser tensas, ya que puede ser difícil estar rodeado de otras personas que no están pasando por una crisis y que no comprendan completamente el problema".

Carol, madre de un expaciente de Rogers, afirma, "me era difícil hablar con las personas sobre nuestra hija porque los problemas de salud mental no son bien vistos en una conversación normal. Fue estresante cuando quedó hospitalizada y nos preguntábamos cómo afectaría esto en el resto de su vida. Siempre tienes esperanzas y sueños para tus hijos, y cuando las cosas no salen como lo esperas, te sientes decepcionada y ansiosa".

La Dra. Tan brinda estrategias para que los seres queridos puedan lidiar con esto

1. Cuidarse uno mismo. Puede sonar trillado, pero, como dicen los auxiliares de vuelo, primero debe ponerse su propia máscara de oxígeno antes de ayudar a otros. Mientras dedica un montón de tiempo y energía en la recuperación de su ser querido, es importante no olvidarse de uno mismo.
2. Buscar ayuda. Asegúrese de hablar con alguien. Las redes de apoyo son esenciales y otras personas pueden beneficiarse si usted recibe terapia cuando el estrés se vuelva incontrolable.
3. Participe activamente en el tratamiento de su ser querido. Pase el mayor tiempo posible tratando de comprender lo que sucede, haga las preguntas necesarias y revise el plan del tratamiento. En Rogers brindamos psicoeducación a las familias, especialmente en los programas para niños y adolescentes a través de una Universidad de Padres. También realizamos sesiones familiares donde los seres queridos se reúnen con el equipo del tratamiento para comentar el progreso del tratamiento y cómo pueden ayudar en la recuperación. Ayudamos a las familias a comprender los obstáculos de las adaptaciones, la importancia de establecer expectativas y límites realistas, además de enseñarles las estrategias para reforzar la transferencia de las habilidades aprendidas en el tratamiento y aplicarlas en el hogar y en otros entornos
4. Separe a la persona del diagnóstico. Una persona que lucha contra algún trastorno no es el trastorno en sí. Es importante recordar que es una enfermedad.
5. Establezca horarios para divertirse. Al dedicar tanto tiempo y atención al tratamiento, se anima a las familias a equilibrarlo con tiempo especial reservado para divertirse juntos.

"Nos sentimos afortunados de haber contado con un buen sistema de apoyo", afirma John, padre de un expaciente de Rogers. "Debido a que nuestra hija era mayor de edad al recibir el tratamiento, le preguntamos con quién sentía que podía compartir cierta información, especialmente al principio. Intenté aprender más sobre su diagnóstico leyendo un montón y hablando con mi hija al respecto, eso nos ayudó bastante a ambos", agrega.

La Dra. Tan afirma que debido a que los miembros de la familia pasan mucho tiempo juntos, normalmente son los primeros en observar o en escuchar los informes preocupantes de sus profesores o médicos de cabecera.

"Para notar algo que pueda ser alarmante, necesitará prestar atención y saber los rasgos típicos de una persona, así como también comprender lo que es apropiado desde el punto de vista del desarrollo", señala la Dra. Tan. "Los padres deben educarse para comprender las signos de advertencia cuando alguien lucha contra alguna enfermedad mental: aislamiento, retraimiento de las actividades usuales y los cambios en el humor y en las rutinas diarias como dormir o los hábitos de higiene. Si ve algo raro, dígalo y busque ayuda con un profesional de salud mental".

Recursos para las familias

La Dra. Tan recomienda varios recursos para las familias.

National Alliance on Mental Illness (NAMI)

Asociación de Ansiedad y Depresión de los Estados Unidos (ADAA)

Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA)

Fundación Internacional de TOC (IOCDF)

La página de recursos de Rogers

Carol afirma, "quiero que los familiares de las personas que atraviesan por algún problema sepan que los trastornos de salud mental son una enfermedad, como el cáncer o las enfermedades cardíacas. Tiene que estar dispuesto a recibir ayuda y buscar tratamiento. No es culpa de uno. El diagnóstico de nuestra hijo no era culpa nuestra. La familia de los pacientes deben saber cómo convivir con ello como lo haría con cualquier otra enfermedad y sí hay esperanza".

Cómo puede ayudar Rogers

Rogers ofrece atención compasiva y basada en evidencias con resultados comprobados para niños, adolescentes y adultos de todo el país. Llame al 800-767-4411 o solicite una evaluación confidencial gratuita en línea.